El ejercicio 2018 ha estado marcado, tras la venta de OHL Concesiones, por el comienzo de una época de transformación y redimensionamiento de OHL, liderado por un nuevo equipo directivo que ha estado focalizado en la recuperación de la rentabilidad y la generación de caja.
Los frutos de esta apuesta se han empezado a ver en el cuarto trimestre de 2018. Así, en el periodo de referencia, el EBITDA alcanzó un importe de 19 millones de euros, dando mayor visibilidad a la rentabilidad del negocio recurrente una vez aislados los proyectos fallidos. En lo que respecta a las Ventas se situaron en 906 millones, en el último trimestre de 2018.
Por su parte, los esfuerzos realizados en relación con el control de caja han permitido terminar el año con una liquidez de 1.033,3 millones de euros, lo que supone un buen punto de partida para encarar 2019.
Centrados en el plan de reducción de gastos de estructura anunciado en 2018, los gastos de estructura se han situado en 198 millones de euros (6,7% sobre Ventas), en 2018, un 17,5% menos que en 2017 (cuando suponían un 7,2%). En 2019, y como resultado de las medidas implementadas durante el último trimestre, la compañía estima que serán inferiores a 150 millones.
Poniendo el foco en la cartera y en la contratación, la primera cerró el año en 5.877 millones, lo que representa 24,1 meses de ventas; el 37,6% de los proyectos proceden de EE UU, el 26,2% de Europa y el 21,5% de Latinoamérica. Por su parte, la contratación ha ascendido a 3.116 millones de euros, estando focalizada en EE UU (33%) y Europa (33%).
Resultados 2018
El ejercicio 2018 ha estado marcado, tras la venta de OHL Concesiones, por el comienzo de una época de transformación y redimensionamiento de OHL, liderado por un nuevo equipo directivo que ha estado focalizado en la recuperación de la rentabilidad y la generación de caja.
Los frutos de esta apuesta se han empezado a ver en el cuarto trimestre de 2018. Así, en el periodo de referencia, el EBITDA alcanzó un importe de 19 millones de euros, dando mayor visibilidad a la rentabilidad del negocio recurrente una vez aislados los proyectos fallidos. En lo que respecta a las Ventas se situaron en 906 millones, en el último trimestre de 2018.
Por su parte, los esfuerzos realizados en relación con el control de caja han permitido terminar el año con una liquidez de 1.033,3 millones de euros, lo que supone un buen punto de partida para encarar 2019.
Centrados en el plan de reducción de gastos de estructura anunciado en 2018, los gastos de estructura se han situado en 198 millones de euros (6,7% sobre Ventas), en 2018, un 17,5% menos que en 2017 (cuando suponían un 7,2%). En 2019, y como resultado de las medidas implementadas durante el último trimestre, la compañía estima que serán inferiores a 150 millones.
Poniendo el foco en la cartera y en la contratación, la primera cerró el año en 5.877 millones, lo que representa 24,1 meses de ventas; el 37,6% de los proyectos proceden de EE UU, el 26,2% de Europa y el 21,5% de Latinoamérica. Por su parte, la contratación ha ascendido a 3.116 millones de euros, estando focalizada en EE UU (33%) y Europa (33%).